Historia Universal
miércoles, 8 de junio de 2011
lunes, 6 de junio de 2011
Biografia de Octavio
Fue el verdadero fundador del imperio romano. Julio César (tío de su madre) lo adoptó y lo designó su heredero. Al morir éste adoptó el nombre de Cayo Julio César Octaviano y se enfrentó a Marco Antonio (su gran rival), entre otros, logrando forjar este gran imperio.
El fundador del gran imperio
Fue un gobernante eficaz, el verdadero fundador del imperio romano. Durante su mandato, el ámbito mediterráneo vivió una etapa de tranquilidad y prosperidad, denominada Pax romana (auténtica edad dorada de esta civilización).
Nació el 23 de septiembre del año 63 a. C. Pertenecía a una familia rica, su padre era pretor y su madre Atia, sobrina de César. Fue ella quien impulsó los comienzos de la carrera política de su hijo. Julio César lo adoptó en el 45 a. C. y lo designó su heredero, cuando Octavio apenas tenía dieciocho años. Como consecuencia de esto, éste adoptó el nombre de Cayo Julio César Octaviano. Después de la muerte de su padrino (44), obtuvo su nombramiento como senador y cónsul (43. a.C.) Además consiguió expulsar a Marco Antonio de Italia.
Desde el año 43 a. C., se hizo otorgar poderes extraordinarios. Como se encontraba enfrentado a los republicanos Bruto y Casio, fuertes en Oriente, Octavio decidió aliarse con sus antiguos enemigos Marco Antonio y Lépido, y formar con ellos un triunvirato. Comenzó entonces la persecución de los republicanos (en la cual murió Cicerón), que culminó en la batalla de Filippi en Macedonia (42).
A partir de entonces, Lépido fue alejado del poder y relegado a áfrica, mientras Antonio asentó su autoridad en Oriente y Octaviano en Occidente. Allí tuvo que hacer frente a Sexto Pompeyo, mientras que su rivalidad con Antonio crecía cada día más. La pelea entre ambos condujo a la Guerra de Perugia (41), en la que el jefe militar de Octavio Augusto, Agripa, derrotó a los antonianos.
La presión del ejército obligó a ambos a firmar un nuevo pacto en Brindisi (40), con lo cual se hizo un nuevo reparto de zonas de influencia entre los gobernantes: Octavio dominaba en Occidente, Marco Antonio en Oriente -alcanzaba sólo hasta el río Drin (en Albania)- y Lépido en áfrica, siendo Italia consideraba neutralizada bajo el dominio conjunto de estos dirigentes. El matrimonio entre la hermana de Octavio y Antonio marcó la paz, que se mantuvo durante cuatro años.
En el año 36, Octavio se enfrentó a Sexto Pompeyo (quien en el año 39, recibió Sicilia, Cerdeña, Córcega y Acaya, con el compromiso de mantener a Roma abastecida de grano). Fue Augusto quien le ganó en la batalla de Nauloque (Sicilia). Así su gobierno se hizo popular en Occidente, debido a haber impulsado la agricultura e integrado las provincias con Roma.
Mientras tanto, Marco Antonio se encontraba influenciado por Cleopatra VII de Egipto, a quien Octavio declaró la guerra en el 32 (Guerra Ptolemaica). Tras la victoria naval de Actium (31), entró en Alejandría, donde Marco Antonio y Cleopatra se suicidaron (30). Con la anexión de Egipto, Octavio dio a Roma el control sobre todo el Mediterráneo.
Aprovechando su prestigio, transformó el régimen político de la República romana en una especie de monarquía que recibió los nombres de Principado o Imperio; el nuevo régimen consistía en un equilibrio de poder entre el Senado y el pueblo romano.
El fundador del gran imperio
Fue un gobernante eficaz, el verdadero fundador del imperio romano. Durante su mandato, el ámbito mediterráneo vivió una etapa de tranquilidad y prosperidad, denominada Pax romana (auténtica edad dorada de esta civilización).
Nació el 23 de septiembre del año 63 a. C. Pertenecía a una familia rica, su padre era pretor y su madre Atia, sobrina de César. Fue ella quien impulsó los comienzos de la carrera política de su hijo. Julio César lo adoptó en el 45 a. C. y lo designó su heredero, cuando Octavio apenas tenía dieciocho años. Como consecuencia de esto, éste adoptó el nombre de Cayo Julio César Octaviano. Después de la muerte de su padrino (44), obtuvo su nombramiento como senador y cónsul (43. a.C.) Además consiguió expulsar a Marco Antonio de Italia.
Desde el año 43 a. C., se hizo otorgar poderes extraordinarios. Como se encontraba enfrentado a los republicanos Bruto y Casio, fuertes en Oriente, Octavio decidió aliarse con sus antiguos enemigos Marco Antonio y Lépido, y formar con ellos un triunvirato. Comenzó entonces la persecución de los republicanos (en la cual murió Cicerón), que culminó en la batalla de Filippi en Macedonia (42).
A partir de entonces, Lépido fue alejado del poder y relegado a áfrica, mientras Antonio asentó su autoridad en Oriente y Octaviano en Occidente. Allí tuvo que hacer frente a Sexto Pompeyo, mientras que su rivalidad con Antonio crecía cada día más. La pelea entre ambos condujo a la Guerra de Perugia (41), en la que el jefe militar de Octavio Augusto, Agripa, derrotó a los antonianos.
La presión del ejército obligó a ambos a firmar un nuevo pacto en Brindisi (40), con lo cual se hizo un nuevo reparto de zonas de influencia entre los gobernantes: Octavio dominaba en Occidente, Marco Antonio en Oriente -alcanzaba sólo hasta el río Drin (en Albania)- y Lépido en áfrica, siendo Italia consideraba neutralizada bajo el dominio conjunto de estos dirigentes. El matrimonio entre la hermana de Octavio y Antonio marcó la paz, que se mantuvo durante cuatro años.
En el año 36, Octavio se enfrentó a Sexto Pompeyo (quien en el año 39, recibió Sicilia, Cerdeña, Córcega y Acaya, con el compromiso de mantener a Roma abastecida de grano). Fue Augusto quien le ganó en la batalla de Nauloque (Sicilia). Así su gobierno se hizo popular en Occidente, debido a haber impulsado la agricultura e integrado las provincias con Roma.
Mientras tanto, Marco Antonio se encontraba influenciado por Cleopatra VII de Egipto, a quien Octavio declaró la guerra en el 32 (Guerra Ptolemaica). Tras la victoria naval de Actium (31), entró en Alejandría, donde Marco Antonio y Cleopatra se suicidaron (30). Con la anexión de Egipto, Octavio dio a Roma el control sobre todo el Mediterráneo.
Aprovechando su prestigio, transformó el régimen político de la República romana en una especie de monarquía que recibió los nombres de Principado o Imperio; el nuevo régimen consistía en un equilibrio de poder entre el Senado y el pueblo romano.
lunes, 30 de mayo de 2011
Origen de Roma
Roma comenzó siendo un pequeño pueblo agricultor de la Península Itálica. De ese pueblo surgiría uno de los imperios más colosales de la historia de la humanidad.
De acuerdo con la leyenda, la ciudad de Roma fue fundada por dos hermanos gemelos descendientes de un príncipe Troyano llamado Eneas: Rómulo y Remo. Abandonados en su infancia, fueron rescatados y criados por una loba.
La leyenda dice que Rómulo mató a Remo cuando éste último atravesó los muros de la ciudad, afirmando que un destino similar caería sobre cualquiera que intentara traspasar sus límites.
De acuerdo con la leyenda, la ciudad de Roma fue fundada por dos hermanos gemelos descendientes de un príncipe Troyano llamado Eneas: Rómulo y Remo. Abandonados en su infancia, fueron rescatados y criados por una loba.
La leyenda dice que Rómulo mató a Remo cuando éste último atravesó los muros de la ciudad, afirmando que un destino similar caería sobre cualquiera que intentara traspasar sus límites.
A finales del siglo VII a. de C., Roma fue conquistada por los etruscos, quienes pasaron a ser una elite aristocrática y monárquica. Estos reyes pertenecieron a una familia rica conocida como los Tarquinos.
Los etruscos gobernaron Roma por más de 100 años. Durante este período, aportaron muchos elementos de su cultura convirtiendo a la ciudad en una de las más ricas de la Península.
En el 534 a. de C. un nuevo rey, conocido como Tarquinio el orgulloso, llegó al trono. Este gobernante se destacó por su brutalidad, que produjo como reacción una rebelión de los ciudadanos de Roma en 509 a. de C. Tarquinio fue depuesto, y de esta forma llegó a su fin la monarquía de los etruscos: era el incio de la etapa de República.
Los etruscos gobernaron Roma por más de 100 años. Durante este período, aportaron muchos elementos de su cultura convirtiendo a la ciudad en una de las más ricas de la Península.
En el 534 a. de C. un nuevo rey, conocido como Tarquinio el orgulloso, llegó al trono. Este gobernante se destacó por su brutalidad, que produjo como reacción una rebelión de los ciudadanos de Roma en 509 a. de C. Tarquinio fue depuesto, y de esta forma llegó a su fin la monarquía de los etruscos: era el incio de la etapa de República.
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